Activistas del grupo Animal Rising vandalizaron el primer retrato oficial del rey Carlos III, expuesto en la galerÃa Philip Mould, en el centro de Londres. El acto de protesta, ocurrido el martes 11 de junio de 2024, ha generado una gran controversia y debate en la opinión pública.
El grupo de defensa de los derechos de los animales, Animal Rising, publicó el video del hecho en sus redes sociales. En el material se ve a dos de sus miembros con un rodillo de pintura para pegar dos carteles sobre el retrato del monarca.
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En las imágenes se observa cómo los activistas intervienen la obra, causando daños significativos a la pintura. El público puede visitar libremente la galerÃa Philip Mould para ver la obra, que estará en exhibición hasta el 15 de junio. El retrato, que fue presentado oficialmente este año, ha sido objeto de polémica desde su revelación.
Activistas vandalizan retrato oficial de Carlos III. Foto: Animal Rising XControversia en torno a la obra
El retrato, obra del artista Jonathon Yeo, muestra al rey Carlos III sobre un fondo de pinceladas rojo carmesÃ. Esta representación artÃstica provocó reacciones encontradas en su momento, dividiendo a crÃticos y espectadores.
Algunos apreciaron la audacia y modernidad de la pieza, mientras que otros la consideraron inapropiada para la representación de la realeza.
Reacciones y consecuencias
La acción de los activistas ha desatado un intenso debate sobre los lÃmites del activismo y el respeto al patrimonio artÃstico. Mientras que algunos apoyan la causa de Animal Rising y su lucha por los derechos de los animales, otros condenan firmemente el vandalismo como medio de protesta.
La galerÃa Philip Mould ha anunciado que se tomarán medidas para restaurar el retrato y garantizar la seguridad de las obras de arte expuestas. “Estamos profundamente consternados por este acto de vandalismo y estamos trabajando con las autoridades para tomar las medidas necesarias”, declaró un portavoz de la galerÃa, según la CNN.
El rey Carlos III aún no ha emitido una declaración oficial sobre el incidente, pero la Casa Real ha manifestado su descontento por el ataque a una pieza de arte tan significativa.
Este evento resalta la creciente tensión entre activistas y las instituciones tradicionales, planteando preguntas sobre los métodos de protesta y la protección del patrimonio cultural en la era contemporánea.