El 27 de mayo de 1931, Auguste Piccard se convirtió en el primer hombre en alcanzar la estratosfera al utilizar un globo aerostático y una cápsula presurizada.
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Piccard demostró desde joven un gran interés por la ciencia, especializándose en radiaciones cósmicas.
Inspirado por su pasión por la exploración, inventó una cápsula que lo llevó a la estratosfera.
Su ejemplo continuó con su hijo Jacques y su nieto Bertrand, quienes siguieron el legado de los Piccard al explorar los confines del océano y los cielos.
El científico que exploró los límites del planeta
El 27 de mayo de 1931, Auguste Piccard, desde una altitud de 15 781 metros, fue el primer ser humano en observar la curvatura de la Tierra con sus propios ojos, según XLsemanal.
Nacido en Basilea, Suiza, 47 años antes de su histórica hazaña, Piccard siempre mostró un profundo interés por la ciencia.
Se licenció en Física y fue profesor en la Universidad de Bruselas, donde se especializó en el estudio de las radiaciones cósmicas.
Sin embargo, los datos obtenidos en tierra no satisfacían sus necesidades investigativas, por lo que decidió abandonar la atmósfera terrestre para obtenerlos directamente.
Esta filosofía lo llevó a inventar la cápsula presurizada que lo izó hasta la estratosfera. Aunque su intención principal no era batir récords, sino estudiar las radiaciones cósmicas, logró establecer 27 récords y dejó la plusmarca de altitud en globo en 23 000 metros.
Auguste Piccard no solo fue un científico destacado, sino también un hombre con amistades influyentes, entre ellas Albert Einstein y Marie Curie.
Además, su figura inspiró al dibujante belga Hergé para crear al personaje del profesor Tornasol en las aventuras de ‘Tintín’.
La increíble saga de los Piccard: Pioneros en la exploración del cielo y el mar
La saga de los Piccard, pioneros en la exploración del cielo y el mar, comenzó en Basilea en 1884. Foto: www.nationalgeographic.com.es.La saga de la familia Piccard comenzó en 1884 en Basilea, Suiza. El 28 de enero nacieron los mellizos Jean Felix y Auguste Piccard, hijos de un profesor de física y una artista.
Desde jóvenes, ambos hermanos mostraron una pasión por la ciencia y la exploración, inspirados por su entorno familiar.
Según National Geographic, Jean se licenció en química en 1907 y obtuvo un doctorado en tecnología en 1909.
Auguste se doctoró en ciencias naturales en 1910 y continuó su formación en París y Cambridge.
En 1912, se convirtió en profesor de física en la Universidad de Lausana, donde comenzó sus investigaciones sobre los rayos cósmicos y la estratosfera.
En 1925, Auguste mandó construir una cápsula presurizada en una fábrica belga de toneles de cerveza.
Del cielo a las profundidades del mar
No satisfecho con sus logros en la atmósfera, Auguste dirigió su atención al océano. En 1947, construyó su primer batiscafo.
Con este batiscafo, Auguste descendió 3 150 metros en el mar Tirreno en 1953 y 4 000 metros en 1954.
Sin embargo, fue su hijo Jacques Piccard quien alcanzó la mayor profundidad. En 1960, Jacques descendió a la fosa de las Marianas. Estableció el récord mundial de profundidad alcanzada por un ser humano en 10 960 metros.
La tradición exploradora de los Piccard continuó con Bertrand Piccard, nieto de Auguste. En los años 90, Bertrand dio la vuelta al mundo en un globo aerostático sin motor ni timón, sin realizar escala alguna.
Su viaje duró 21 días y 47 minutos. Batió siete récords mundiales. En 2016, Bertrand se convirtió en la primera persona en circunvalar la Tierra en un avión propulsado exclusivamente por energía solar.
Lamentablemente, Auguste Piccard no pudo presenciar las hazañas de su nieto, ya que falleció en 1962, dos años después del histórico descenso de su hijo Jacques a la fosa de las Marianas.
La familia Piccard ha dejado un legado impresionante en la exploración científica. Llevaron al límite las capacidades humanas y expandieron nuestro conocimiento del mundo.