El video se hizo viral en Ecuador y algunos países del mundo. El lunes 3 de junio de 2024, un conductor de un bus interprovincial que circulaba en la vía que conecta Quinindé con Esmeraldas atropelló a un grupo de personas. Como resultado, dos murieron y una resultó herida. El conductor fue detenido por la Policía Nacional en el mismo lugar.
El hecho que más llamó la atención es que, momentos antes, un grupo de paramédicos atendía una emergencia producto de un choque entre dos motociclistas, a la altura del sector Zapotal, en Quinindé. Según se conoció, la Policía colocó conos de tránsito en el carril donde ocurrió la emergencia para cerrar la vía parcialmente; además controlaba el desvío vehicular.
El conductor del bus interprovincial número 41 de la cooperativa Gilberto Zambrano no se percató, impactó a las personas y a la ambulancia de los paramédicos.
El video, obviamente, impactó en los usuarios de redes sociales. Las imágenes son fuertes y demuestran cómo el sistema no está diseñado para prevenir este tipo de percances. ¿Por qué no es un accidente? Justamente, el lunes EL COMERCIO publicó una entrevista con Becky Bavinger, del equipo de salud pública Iniciativa Bloomberg Philanthropies para la Seguridad Vial Global (Bigrs), quien explicó que desde el punto de la seguridad vial y de la salud pública se dice que “los accidentes como tal son actos de Dios, en los que nada se puede hacer para prevenirlos”. De acuerdo con la experta, todos los incidentes de tránsito son prevenibles, diseñando sistemas para proteger a los más vulnerables.
En esa visión, y en el contexto del siniestro en Quinindé, todo lo ocurrido se pudo prevenir. El siniestro solo demuestra que el sistema no funciona; los conductores de transporte público necesitan reforzar más sus conocimientos de prevención, los agentes de control deben verificar que las medidas fueron las adecuadas para la protección de los equipos de emergencia y para retirar a los curiosos, las autoridades deben verificar el estado de la vía (y de la curva donde ya hubo un choque). Las rutas, según el criterio de Bavinger, deben ser diseñadas desde el punto de vista de los más vulnerables y no desde los conductores.
En Ecuador, según los datos de Birgs, los incidentes de tránsito son la séptima causa de muerte. La impericia y el exceso de velocidad son las principales causas. Es un buen momento para entender que las muertes en las carreteras, avenidas y calles son responsabilidad de todos los usuarios y no sirve echar la culpa siempre al otro.